Creo que es la primera vez que llego a un cuento, a un álbum ilustrado a través de su ilustrador/a y no de su autor/a. En mi mente sólo rondaba hacerme con uno de "sus Cuentos". Lo que llegaba a mis oídos era altamente atrayente y buscaba información sobre dichos ejemplares.
Acercándose el cumple de Cucolinet, hice un trabajo de selección de cuentos e intenté informarme de todos y cada uno de ellos buscando referencias en editoriales, además de en blogs y en páginas. Con una lista importante, busqué en las bibliotecas cercanas y allá que me recorrí tres de ellas para ver todos los libros que para mí eran candidatos (aún sabiendo que irremediablemente tendría que elegir para el cumpleaños dos a lo sumo; sin embargo, sólo uno llegó para el cumple y tuvimos que esperar mejor ocasión para ampliar un poquito más).
Pero me faltaron dos por encontrar que no estaban a mi alcance, que no pude leer, ni "bichear" (me encanta esta palabra y la he atesorado para estos menesteres). Uno de ellos fue precisamente de Cocorina...
Sin embargo, quiso la suerte, que cuando nos fuimos a la caza final de los elegidos (seguía en mi lista Cocorina a pesar de no habler podido bichearlo), encontrara el puchero... sin más, lo agarré con fuerza sobre mi pecho y no volvió a la estantería; no había duda alguna, era uno de los elegidos y pasaría a englobar su pequeña biblioteca, una vez abriera los regalos de Reyes.
Entonces supe que su autora era Mar Pavón y comprobé que el tándem no podía ser más chispeante, fresco, alegre, resolutivo... versátil. También pude recordar que, en una de nuestras visitas a la biblioteca, se vino con nosotros otro álbum ilustrado con esta maravillosa pareja (otro día hablaré del mismo) y que nos encantó muy mucho. Así que si véis algún cuento, de estas dos mujeres, ni lo dudéis por un instante, ¡¡¡cazadlo!!!.
Cocorina es una simpática y ocurrente gallina que tiene tres hijitos y como madre, cuida de ellos con todo el amor y el cariño del mundo. Ésta no es ni la primera, ni la última historia de Cocorina y ha sido galardonado con varios premios. Aborda el espinoso y preocupante tema del acoso escolar, evidentemente enfocado a niños pequeños. Sus polluelos son testigos e incluso el blanco de algunas que otras burlas y de la incompresión. Estas circunstancias serán motivo de preguntas a su mamá que, con un desparpajo y una resolución envidiable, mandará todo mal sentimiento y mala energía al puchero para proceder posteriormente a reciclarlos como es debido.
Si no era todo esto lo suficientemente irresistible, debo añadir que está escrito en verso, que le da un ritmo aún más encantador a la historia.
En resumen, un título imprescindible =^D.